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Pángǔ (盤古), Nüwa (女媧) y Fuxi (伏羲)

El mito de la Creación en China comienza con el caos, lo indiferenciado, amorfo y se encontraba dividido en dos categorías: el Yin (陰) y el Yang (陽), que son fuerzas impersonales el cielo (yang) y la tierra (Yin).


No hay una sola versión del mito de Pángǔ, varían sus elementos según los siglos y de acuerdo a los pueblos y regiones. En cuanto a la creación de la humanidad, tampoco hay conservados demasiados textos al respecto. “Cuando el cielo y la tierra no fueron separados, no había humanidad”.



El Mito de Pángǔ deviene de una obra posterior a la dinastía Han del siglo III d.C. en el cual el mito de Creación habla que “cuando no había ni Cielo ni Tierra”, el Caos tenía aspecto de huevo de gallina y de éste nace Pángǔ. Según el mito es el antepasado de la humanidad y cada día, el Cielo subía diez pies de altura, al igual que Pángǔ aumentaba su estatura unos diez pies; por el tiempo de 18000 años, el cuerpo de Pángǔ media la distancia entre el Cielo y la Tierra. Pángǔ despertó y se sintió rodeado de oscuridad, por lo que tomó su hacha y empezó a romper el huevo en el que estaba encerrado. Luego de 18000 años, el Caos se abrió y los elementos pesados (yin) formaron la tierra y loes elementos ligeros y puros (yang) formaron el Cielo.

Según un texto del siglo VI d.C. explica que de la muerte de Pángǔ, las partes de su cuerpo sirvieron para crear el mundo: la cabeza se convirtieron en las cuatro montañas cardinales, sus ojos el Sol y la Luna, de su grasa se crearon los ríos y los mares y de sus cabello las plantas. (La división de las partes del cuerpo y su correspondencia con los elementos del mundo varías según las versiones)

Se dice que la Diosa de la Luna, Nüwa, personifica el yin y que su esposo, Dios del Sol, personifica el Yang. El género humano nació de su unión, es decir, de la fusión de ambas fuerzas. El yang representa la fuerza positiva o activa, mientras que el in la negativa o receptiva, son antagónicos pero complementarios: no puede haber uno sin el otro.

Nüwa es una diosa representada con cola de serpiente o de dragón durante los tiempos de los han tardíos. Ella está casada con su hermano Fuxi, también con cola de serpiente, ambos se encuentran emparejados a través del entrelazamiento de sus colas.

Según el mito, los cuatro Polos se encontraban invertidos, el Cielo no cubría completamente a la Tierra y la Tierra no sostenía en todas partes. Las “Nueve Provincias” estaban desgarradas, el fuego ardía y no se extinguía, el agua inundaba constantemente, los animales salvajes lastimaban y devoraban a la gente. En el mito Nüwa es la heroína que salva a la humanidad y al mundo: fundió las piedras de los cinco colores para reparar el Cielo azul, cortó las patas a una tortuga gigante y las coloco en los cuatro polos, usando como pegamento las piedras de colores derretidas para fijar las patas de la tortuga como pilares. Además, mato al dragón negro para salvar al país Ki, colocó la ceniza de cañas para detener las aguas desbordadas.

Fu Xi, es uno de los Tres Augustos (三皇 Sanhuang) de la antigua China, al igual que su esposa. Es un dios de cualidades culturales, ya que según la creencia enseñó al pueblo chino a pescar con redes, la caza con armas de hierro, la cocina, la domesticación de animales, la música, el sistema de escritura, el cultivo de gusanos de seda. Además Fuxi logró domesticar las aguas del río Amarillo por la excavación de diques, canales y acequias. A Fuxi se le atribuye la creación de los ocho trigramas, que forman la base de la filosofía del Libro de las Mutaciones (I Ching 易經).


Bibliografía

GRIMAL, P., “Mitologías de las Estepas, bosques y de las islas”, Mitología china, Enciclopedia Larousse, Madrid, 1967, pp 120-137.

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